jueves, 25 de junio de 2015



TRAGICOMEDIA
El concepto de tragicomedia denomina a uno de los géneros más importantes y difundidos del teatro clásico y que se caracteriza por la presencia y combinación de elementos dramáticos y cómicos.
Mayormente, el aspecto cómico que ostenta una tragicomedia está dominado, por un lado, por el sarcasmo, que consiste en una burla aguda a través de la cual se quiere dar a entender lo opuesto o expresar el profundo desagrado que genera algo. Está íntimamente relacionado con la ironía, por caso, es que se lo considera una crítica indirecta que se expone a viva voz

Y por otro lado, en la tragicomedia nos podremos encontrar con la parodia a la hora de evidenciar ese costado cómico que ostenta. Normalmente se recrea a un personaje o a un hecho y se ridiculiza o resalta sus principales características pero de manera grotesca, de modo de hacerlos muy evidentes.

Los orígenes de la tragicomedia se remontan a la Grecia Clásica donde ciertamente fue furor y constituyó per se uno de los espectáculos que más público convocaban.

Era común que las tragicomedias de aquellos años se ocupasen de abordar leyendas, mientras que el toque de humor estaba puesto por el coro.
El coro estaba conformado por un grupo de intérpretes que a través de la canción o de la declamación se ocupaban de comentar las acciones que se sucedían en las escenas. De alguna manera, asistía al público para que puedan seguir sin inconvenientes los sucesos que se presentaban en escena. Serían el público pero dentro de la obra misma. Normalmente cantaban pero también se expresaban a través de la palabra.

Si bien puede haber alguna que otra variante, la tragicomedia, especialmente relata la historia de un héroe que persigue un fin que puede estar asociado al amor, la justicia, un deseo por cumplir, entre otros. En este sentido se enfrentará a diversos obstáculos que deberá superar para triunfar en su cometido.
Suele disponer de un final feliz, aunque muchas veces esa felicidad recién llega en el minuto último y tras mucho padecer.

Debemos destacar que en el lenguaje coloquial se le atribuye un uso extendido a la palabra que nos ocupa, para referir a aquella situación de la vida misma que justamente mezcla elementos trágicos como cómicos.

La tragicomedia es la fusión de dos géneros distintos: el trágico y el cómico. La tragedia es una obra en la que los personajes protagonistas viven situaciones intensas y con emociones profundas porque están en una atmósfera inquietante, donde las fuerzas superiores de la naturaleza (especialmente el destino) luchan contra el hombre y su libertad. De manera totalmente opuesta, la comedia tiene un tono divertido y amable, los personajes escenifican situaciones graciosas porque la trama es cómica, siendo la finalidad del autor el entretenimiento del espectador.

La tragicomedia es una síntesis de ambos géneros, por lo que combina elementos de uno y de otro. Se podría decir que pretende hacer hacer reír y llorar al público. No hay que olvidar que el teatro pretende ser un reflejo de la propia vida, por lo que la tragicomedia incorpora aspectos entretenidos de la existencia, aunque los relaciona con la dimensión trágica del ser humano.

La mezcla de géneros convierte a la tragicomedia en un formato dramático especialmente atractivo. Si un potencial espectador se plantea ver una tragicomedia ya sabe que se va a encontrar con una propuesta teatral con dos dimensiones: lo entretenido y lo triste.

Fueron los griegos de la antigüedad clásica quienes introdujeron este género dramático. Aristóteles fue el primero en describirlo desde un punto de vista teórico (así lo hizo en el tratado sobre la Poética). La primera obra tragicómica es "Anfitrión" de Plauto, autor romano del siglo lll a. C. Como es sabido, durante el Renacimiento, los textos clásicos se recuperaron y con posterioridad la obra de Plauto inspiró a autores como Molière y Shakespeare (una de las obras más reconocidas del dramaturgo francés es precisamente "Anfitrión", que tiene el mismo título que la tragicomedia griega ya que su estructura argumental es muy similar).

En lengua española hay un ejemplo muy conocido de tragicomedia, "La Celestina"de Fernando de Rojas, aunque hay que recordar que el título original es la "Tragicomedia de Calisto y Melibea". Esta pieza del teatro español es un excelente ejemplo de este género híbrido. En ella se aprecia el elemento trágico: dos jóvenes viven una intensa historia de amor pero ambos mueren finalmente. El aspecto cómico se encuentra presente a lo largo de la trama: situaciones graciosas, engaños divertidos y personajes con un lenguaje burlón.